Luchar contra el capitalismo es una práctica diaria de ejemplo, de honradez y de generosidad.
Cantaba hace ya un buen numero de años La Polla Racords una canción en la que hacia una severa critica a esos punkys de postal, que se apuntaban a un modismo, y se dejaban los pelos-pinchos, se llenaban de imperdibles las chamarras de cuero, mientras hacían caja en el Corte Ingles, a cuenta de su merchandaising.
Moda punk en Galerías, era el cansino estribillo que repetían una y otra vez y sin mencionarlos, nos venían a la mente ciertos personajes de los 80, que hoy día incluso están incorporados a la sociedad de autores y desde sus despachos, influyen en el actual gobierno socialdemócrata (y reformista) para que promulgue leyes, con que de una forma mas o menos descarada, nos sangran con nuevos impuestos, en nombre de la libertad intelectual.
A estas alturas ha llegado ya el capitalismo. El asesino numero uno de culturas, el criminal y matarife mayor de expresiones artísticas, quien promociona a los Bisbales y otros niñatos y niñatas sin ninguna aportación a la belleza artística de los pueblos, en deprimento de quienes realmente trabajan por la recuperación cultural de las naciones, acusa a sus sufridos ciudadanos de acabar con la cultura, y todo en beneficio de un puñado de seudo artistas, a los que debe favores, por su aportación a la derrota electoral del PP con su penoso “No a la Guerra”
“No a la Guerra” que hoy miserablemente esconden, mientras recogen cheques y contratos televisivos, como si en Afganistán no hubiese una guerra y como si el gobierno que les subvenciona y apoya, no participase en la misma.
Este es perfil de estos izquierdistas de salón, antibelicos por modismos o coyunturas concretas y que el peso de su mentalidad pequeño burguesa les hace tambalearse al reformismo y a las prácticas más miserables y mercantilistas.
Todo esto, viene a cuento, porque lo mismo que unas modas se ponen, va y se quitan y se olvidan. Hoy se saca la bandera contra la guerra, mañana se guarda en los armarios, porque no interesa.
El republicanismo de ciertos personajes que el otro día la liaron a codazos por salir en la foto de la manifestación madrileña, es más que curioso también. No cabe duda, que hay un substrato social, en ciertas partes del estado español, que se declara republicano, al que hay que acudir, en búsqueda del apoyo perdido tras décadas de reformismo y claudicación.
Hoy el PCE, es el más republicano de todos, pero nadie puede olvidar sus genuflexiones ante el monarca o su adhesión inquebrantable a la constitución monárquica, cuando les aprietan las tuercas. Hoy sacan un comunicado a la izquierda de todo lo imaginable, para dar la sensación de que son la referencia revolucionaria, mañana en el ayuntamiento de Bilbao, censuran a unos payasos, ante el silencio cómplice de mas de uno, o pasado si les dice el estado se ponen el lazo azul.
Y como el PCE otros tantos. Así es el reformismo y así es el oportunismo. Da lo mismo apoyar una causa que otra por incompatibles que parezcan, el caso es sumar, tocar poder y prestigio, y cuando se llegue al poder ya se pegaran las patadas en el culo que haya que dar a quien sea.
El reformismo no tiene amigos, tiene intereses. El reformismo no es socialista, sino capitalista, y aunque se disfrace de anticapitalista, capitalista es. Porque la mentalidad y la practica, mandan sobre lo que se predica. Por sus hechos los conocereis, proclamo uno hace 2000 años y así, sigue siendo.
Quienes predican anti capitalismo, pero caen, en las prácticas mas atroces del capitalismo son sencillamente farsantes. Luchar contra el capitalismo es una práctica diaria de ejemplo, de honradez y de generosidad.
Presentar como exclusivas, noticias de pueblos en lucha, es realmente descorazonador, y es que aquí hay mucha gente en la cárcel, mucho sufrimiento y muchos años de pelea, para que algunos traten las noticias nuestras como si se tratase de la boda de Rociito.
Poner un pie con los romanos y otro con los galos a pescar en ambos lados del río, no es precisamente una posición revolucionaria, y menos si a la menor acometida de los romanos se les pide perdón, casi de rodillas.
La lucha es dura. A lo largo de ella, se conoce mucha gente, gente que te hace sentir bien. También experiencias que te decepcionan en lo mas hondo. A todos los punkies de postal,que diria Evaristo, solo cabe desearles, que vendan muchas postales en el Corte Ingles, aunque sean esas postales de plagio, y a los pueblos que sigan en la lucha hasta la victoria siempre, que diría el Che, que con sus cuatro hijos que tenia, se echo al monte a la búsqueda de un mundo mejor, a cambio de lo mejor que tenía… su vida.
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